Me gustaría muchísimo poder decidir las cosas, y que la voluntad acompañara a la posibilidad.
Pero eso no es así.
No es tan fácil como decir " no es para tanto". Si estuvieras en mis zapatos, por ahi podrías sentir lo que siento yo, y creo que no te gustaría ni un poco.
Todo duele, pero sobretodo duelen los huesos, cansados de moverse, tratando de remplazar 1 minuto, en dos días enteros de remodelación.
Nada sirve en este momento, porque no hay nada que pueda ocupar su lugar.
De todas formas, no voy a quedarme sentada, marcando mi figura en la cama.
Por algo tengo dos piernas, y por algo estoy en donde estoy.
Por algo estamos, en donde estamos.
Es increible la capacidad de autodestrucción que podemos llegar a tener.
Encontrar el placer más sucio, en escondernos de nosotros mismos.
